En el
negocio de ropa, mientras esperábamos a que Clay despertara, había intentado
dormir; quería descansar aunque solo fuera por treinta minutos. Pero había sido
en vano. Había soñado con Henry, y no había sido bonito. Desperté con las manos
trémulas, incapaz de volver a descansar. Entonces pasé el tiempo pensando.
Pensé
en cuando salimos de la casa a las siete de la mañana, y una criatura se nos
acercó. Los chiquillos levantaron sus armas, y yo me llevé la mano al bolsillo
para sacar la cuchilla que me había procurado.
No
estaba ahí. Sabía que uno de mis bolsillos tenía un fragmento del diario. Quizá
en el otro…
Mi
cuchilla había desaparecido. En su lugar sentí al abrelatas.
No
pude detenerme a pensar en eso; la criatura ya estaba muy cerca. Pero no podía
explicarlo.
Me
levanté y busqué el baño.
Encendí
la luz. No pasó nada. Por suerte, había una ventanilla por la que entraba luz,
así que no había problema.
Me
miré en el espejo. Me veía horrible. Estaba pálida y tenía varias heridas en la
cara y brazos. Trate de alisarme el pelo, pero este no quería cooperar. Acerqué
la mano a la llave del agua, pero me detuve a unos centímetros.
¿Era
mediodía ya, como en la predicción? No lo sabía. No había mirado el reloj.
Presioné la llave, y el agua salió normal.
«Ah…»
me dije. Aun así, me abstuve de usarla. Lo negro podía estar mezclándose en
cantidades que no se veían.
Observé
el espejo un momento más, y volví a recordar el ataque en la calle. La nota de
mi bolsillo. Saqué el fragmento del diario; no era muy grande y estaba escrito
por ambos lados.
dos pueden pensar de prim
s bien, una construcción q
puede considerarse el u
la función de onda, y ta
sos del pasado y del fu
entropía de todo e
que nuestro cere
sente" y "futuro". H
tiempo", en que info
allá de eso. Eventos q
ografía, en un observa
calzar con lo que se ob
riabilidad del tiempo. Ex
s avanzado y complejo d
sta entender mejor el fu
Leí el otro lado.
miento de este que los
mente
distinta, incluso
ventos. Puesto que
idad
la persona que
e
siente eso, y que lo
aquello.
Los
La comunicación
n
tiempo verbal
la
persona que es
deshacerse de la
una vez superadas
de la experimentación
o
hacer en un
activamente a la
seguirá
ese camino
Podía
recordarlo. Me había quedado con el fragmento más grande que había resistido a
las aves. Debía haberlo puesto en mi bolsillo en lugar de la cuchilla.
¿Qué era
lo que me había parecido extraño? Ya no lo recordaba. Debía haber sido el
estrés.
Contenta
con haber entendido todo, volví con los chiquillos. Diez minutos para el
mediodía.
Clay no
tardó en levantarse, y Nick fue a despertar a Croft. Clay espero a que estuviéramos
solos y se acercó a mí.
—Tengo
que hablar con vos, Clara —soltó. Me senté en el suelo
junto a él.
—¿De?
—Henry.
—¿Qué
pasa con él? —pregunté, algo reticente. Todavía recordaba cómo me había llamado
loca respecto a ese tema.
—No
estoy seguro… pero creo haber soñado con él.
—¿Cómo?
¿Con Henry? —dije, más que confundida.
—Sí.
Sé que nunca lo conocí, pero no se me ocurre quien más podría ser.
—Pues,
¿qué soñaste? Quizá pueda decirte si era él.
—La
primera vez solo vi un rostro, pero acabo de tener otro. Soñé que todos… —Clay
tragó saliva—. Nos moríamos afuera del negocio, pero yo alcanzaba un
helicóptero. Cuando llamé por radio, pidiendo ayuda, escuche su voz. A Henry.
—¿Qué
te dijo?
—“Todos
se van a morir”. Lo dijo en ambos sueños.
Lo
mire por un momento.
—Sí…
me dijo eso antes de morir. “Todos ustedes se van a morir, mañana”. Para ser
exactos.
Pensé
en la posibilidad de que lo hubiera mencionado cuando les hable de Henry, y
Clay lo estuviera soñando debido a eso.
—El
primer sueño lo tuve ayer —soltó Clay, de pronto—. antes de que invadieran la
casa. —Hizo una pausa—. Clara, quizá tenías razón… Respecto a lo de…
Nick
apareció junto a nosotros antes de que Clay terminara.
—Em,
¿interrumpo algo importante? —dijo, mirando la cara de
Clay.
—No
—murmuró—. No, la verdad. Ya iba a terminar, de todas formas. —Y se levantó,
marchándose.
Croft
apareció desde el baño, ya despierto. No despegó la vista de mí durante todo el
camino.
—Clara,
¿Te acordas tu predicción sobre el agua? —me dijo—. Adiviná.
—¿Eh?
—Está
igual que siempre.
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